Alguna vez leyendo un libro increìble, El Tempe Argentino, de 1942, de Marcos Sastre, me maravillé con la preciosa y florida descripciòn de lugares y experiencias sensoriales que hace del delta.
Quise emularlo, salvando las distancias, y a la vez, rendir homenaje a Quiroga, uno de los grandes maestros, que no se por que a veces omito mencionar pero no por eso admiro menos.
Aquì abajo les dejo una crònica de un viaje a la provincia de Misiones que hice allà por el 2002, y de la cual escribì una pequeña reseña.
Se que ésta, aun sin el suspenso o misterio de los cuentitos, quizà le agrade a un amigo que acabo de reencontrar sin haberlo perdido del todo nunca, y cuya mamà preparaba los mejores chipas del globo y las chocolatadas que el jamás se privaba de ayudarme a volcar!!!!
Abrazos para vos Toniiiiito y la hermosa familia que formaste!
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