martes, 14 de julio de 2009

Ejercicios literarios...

A veces hay textos, tipo verso o reflexiòn que uno escribe, inspirado por un sentimiento, propio o ajeno y, a los que escribimos por deporte ( a algunos màs vale nos servirìa "hacer" un deporte!), nos sirven como pràctica... Por ejemplo, para màs tarde volcarlo como adorno o párrafo ya trabajado y pulido, en un cuento o en un capìtulo de una novela breve o algo asì.
En este caso, Corazòn Ausente, puede ser eso, un cuento breve, una simple prosa, tipo verso, sin métrica ni nada (espero no decir una barrabasada ya que la tècnica de la poesìa no es lo mìo). Pero bueno, algo asì.
Esto es muy tìpico de los talleres literarios, una idea dada por un maestro a modo de inspiraciòn para el grupo, genera una cantidad de diferentes escritos que realmente es llamativa. Creo que lo que genere tiene que ver, asì como pasa en los estados onìricos, en lo vivido recientemente, en algo visto, fantaseado o leìdo. Es vàlido si conduce a la creaciòn.
Ahì va un ejercicio de estos, me parece que es bello, y más allá de errores o desatinos en la tècnica, puede integrar y tener su lugarcito en este espacio.

2 comentarios:

ALFREDO LEGNAZZI dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marta dijo...

Alfredo, Farenheit, en su formato dialogoso y futurista, es sòlo una gran metàfora, una inmensa poesìa que te hace cada tanto soltar un lagrimòn... Es que cada uno piensa al futuro como puede, a mi me duele que la gente,los jòvenes,ya no encuentren en loslibros lo que encontraba yo. Y en esos diàlogos fantàsticos como el que transcribì, ves a alguien que hastiado, en un mundo de imàgen pura, tele interactiva y todo lo que Bradbury, pudo imaginar en aquellos años cincuenta, aunque parezca increìble y que se ha hecho realidad. Y ves que ese hastìo les ha impedido comprender, interpretar la poesìa, la imàgen visual de untexto escrito... han perdido la imaginaciòn. No es la cosa futurista la cuete, es algo que siente un hombre, algo que vislumbra venir y lo cuednta en una gran ficciòn. Quizà yo me identifico con Bradbury porque siempre intentè emularlo. Siempre intentè con una ficciòn decir una cosa. No dar un mensaje, ni una clase de moral ni muicho menos, pero sì transmitir en una ficciòn algo que siento. Sobre la vida, sobre muerte, sobre el paso del tiempo, o del matrimonio, o de lo que sea que me genere un interrogante. Y Bradbury hizo eso, planteò un interrogante, planteò un aposibilidad, hizo pensar a mucha gente que recièn e mpezaba a disfrutar de la tele ylos beneficios de la comunicaciòn casi global. El llevò todo lo nuevo a la enèsima potencia, y , si encima, al releerlo ves que hoy finalmente hasta su futurismo metafòrico, ideado para transmiçtir sus propios miedos, se hizo realidad, da escalofrìos y melancolìa...
Con todo corazòn te sugiero que hagas un esfuercito y lo l eas, asì me ha pasado con muchos autores y finalmente encontrè el mensaje que creìa oculto, finalmente encontrè la esencia y pude ver lo que èl autor querìa que vea.
un besote
M.